Espero que estéis pasando una buena semana y si no es así, espero que podáis haceros con un pequeño espacio en el que respirar.
El otro día comencé a leerme un libro por error. No es que el libro me acorralara ni nada. Simplemente, me equivoqué en la referencia del autor y resulta que hay dos libros que se titulan igual y empiezan con la misma anécdota. No obstante, había señales que no era lo que buscaba por las continuas referencias a fondos de inversión que no pegaban nada con la idea que tenía del autor que quería leer en un principio. He sacado demasiadas conclusiones a este hecho.
Sea como fuere, sin esta confusión nunca hubiera ojeado este libro. Podría considerarse la llegada de una serendipia extrema o un pequeño diamante. Veréis.
En el libro que no quería leer se cuenta una historia. La historia del buscador de diamantes, que impactó al Dr. Conwell (un norteamericano fundador de un instituto y bla bla filántropo bla bla emprendedores) y que fue la pieza clave de su texto Acrees of Diamonds. Y dice algo así:
En la antigua Persia, un adinerado granjero dejó su hogar y sus riquezas para iniciar la búsqueda de una mina de diamantes mítica. Tras años de intensa búsqueda, frustraciones, problemas y soledad, abandonó su busca y se arrojó al mar. Mientras tanto, en su tierra natal, el nuevo propietario de sus tierras, cuando paseaba y de manera fortuita, vio algo ligeramente brillante en el suelo. Era extraño y le llamó la atención. Tras apartar un poco la tierra y retirar las placas negras que estaban adheridas a la roca, vio en todo su resplandor un diamante. Y al lado había más. Y a lo lejos también. Resulta que se había topado con la Mina Golconda, que siempre había estado ahí.
No sé si diamantes, pero parece que los antiguos mundos de Persia o Asia están repletos de parábolas.
La parábola invita a mirar con curiosidad lo que nos sucede y lo que está en nuestro alrededor. Supongo que todos nos perdemos en ocasiones. Nos afanamos en búsquedas incesantes en las que buscamos diamantes, cuando en verdad están muy cerca de nosotros. Están muy cerca de nosotros aquellas piezas valiosas por las que vale la pena alegría vivir. A veces cuando algo está a punto de desaparecer, o lo que ha hecho, lo revalorizamos. ¿Hace falta? A veces sí, a veces no. Para eso están las parábolas o la literatura, para que ese momento no llegue del todo y que podamos reconocerlos cuando estemos a su lado.
Esta semana he escrito sobre lo antinatural que es leer y sobre algunos paradigmas mentales que he ido cambiando a lo largo de los años respecto a la lectura. Leer me parece un milagro, algo que actualmente damos por hecho al ser humano pero que no es así. Al igual que a veces hemos dado por hecho algunas concepciones respecto a la lectura pero, a juzgar por algunas conversaciones con gente querida, nos hacen el mundo lector más pequeño. Si quieres leer más, entra por aquí → ARTICULO |
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