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Cómo arruinar la relación con tu agencia
No sé por qué nadie querría estropear la relación con un proveedor pero si es tu caso aquí te dejo unas tácticas infalibles.
Yo mismo he estado en los dos lados de la relación agencia – cliente. Trabajé en agencias y tuve la mía propia, he padecido clientes tormentosos y disfrutado proyectos claros con buenos briefs con clientes de ensueño. Como cliente he sufrido agencias incompetentes y me he maravillado con la profesionalidad, capacidad de presentación y ejecución de otras tantas. He aprendido de todos los casos, a veces fijándome en lo que no me gustaría que me hicieran y otras en cómo causar una gran impresión.
Si lees Uveúno es muy probable que estés en una de estas posiciones (o en ambos a la vez) de la relación creativa. Vamos a echar una mirada diferente.
4 sencillos pasos para destruir tu relación con tu agencia:
1. No definas ningún plazo
Tu agencia te cae muy bien y no quieres causarles problemas, no quieres añadir más presión así que no les das ningún plazo de entrega. Que vayan trabajando cuando mejor les venga.
Eso sí, debes esperar que el trabajo esté terminado en algún momento, pero no lo digas. Si no cumplen con esa fecha que solo tú sabes tendrás motivos para enfadarte, aunque nunca nadie tuvo ninguna expectativa clara. Al final tendrán que correr y acabarás con un producto (o servicio) que no te satisfará.
2. No establezcas prioridades
Todo es importante, crítico, todo para ayer (¿hay alguna frase más odiosa?). También puedes dejarlo todo en el aire, que la agencia tenga que adivinar qué es más importante para ti. Extra mile: sea lo que sea que estén haciendo, informa a tu agencia que no era tu prioridad cuando la tarea esté acabada. Éxito.
3. Que la comunicación sea un problema
Conviértete en la persona más inaccesible del mundo, después de todo eres muy importante, tú eres el cliente. Cuando respondas, tarda en hacerlo. Cancela llamadas, preferiblemente en el último minuto, e intenta ser críptico en tus mensajes. Evita dar información clara.
4. No des los recursos necesarios
Lo de ser eficiente está muy bien pero ahorrarte unos euros está mucho mejor. Da los mínimos recursos que puedas. Regatea cada céntimo, protesta a cada cosa que se salga del presupuesto, aunque sea causada por tu mala planificación. No importa. Si se comprometieron a hacer algo por una cantidad, que cumplan, aunque hayas duplicado la carga de trabajo una vez que el proyecto ha empezado. Que sigan entregando por la cantidad inicial. Faltaría más.
Si eres meticuloso y te esfuerzas en seguir estos pasos te garantizo que tu agencia se acordará del infierno que fue trabajar contigo muchos años.
Creo que me he pasado de cinismo, lo siento. Más allá de las bromas malas o, directamente el mal gusto, mi intención ha sido dar una perspectiva diferente sobre cosas que pueden pasar más o menos desapercibidas en el día a día. Obviamente solo tenemos que darle la vuelta a todo esto para intentar tener y mantener la mejor relación posible con las personas con las que trabajamos. Si, como yo, la gestión de producto digital es parte de tus responsabilidades, pasarás muchos años en contacto con agencias, puede que años. De ti depende que las personas con las que trabajas lo hagan con comodidad, confianza y motivación. Solo así conseguirás buenos productos.
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