Intento conectar puntos inconexos. Y ver dónde encajo en un mundo que era, pero que ya no sé si es. Observo el paso del tiempo a través de fotos antiguas y me pregunto si somos los mismos o tal vez ya nunca lo seamos. Sostengo mi cuerpo con abrazos que suenan lejanos y la melancolía me invade con fuerza. ¿Existe el recuerdo sin tristeza?
Me insisto en la alegría por lo que fue, mientras se apodera de mí la obsesión de la velocidad en la que todo se desvanece. Es irremediable tener la certeza de que la música seguirá sonando. Eso lo descubro luego. Y sonrío en mis adentros por tener al menos esa seguridad.
Me desperezo queriendo salir de un letargo que se extiende, quizás demasiado. Asumo que hay situaciones que se escapan de mis manos, que huyen de mi control. Me sacudo los fantasmas. Volver a veces duele, lo dice una nostálgica. Me busco para decirme, de nuevo, que tengo que permitir la pena. Y abriré la ventana para que el aire me envuelva, para encontrar las respuestas.
No lo digo yo, antes fue Love of Lesbian: “Voy a romper las ventanas / Para que lluevan cristales / Ven a romper las ventanas, / Ven a gritar como antes / Ven a romper las ventanas / Y hacer del caos un arte / Voy a romper tus ventanas / Y voy a entrar como el aire.” Quédate hasta el final del vídeo.
Buscaré el lugar seguro, que nunca es un lugar. Preguntaré. Zarandearé a mis miedos para que entiendan que seguimos jugando el partido. Que si fue increíble, lo puede seguir siendo aunque cambiemos las reglas —y lamentarse solo sirve para un rato—.
Constar
Hace unos meses me choqué con una publicación de Constar.co en Instagram y fue un bálsamo para un mal momento. A partir de ahí, la vida hizo de las suyas y Fernando se inventó un calendario-poemario que fue uno de esos regalos que-tienes-que-hacer porque piensas en alguien muy concreto. Le compré el librito y él venía a Madrid a dar unos talleres así que, por algún motivo, decidimos tomar una cerveza para que me lo diese.
Fernando tiene un proyecto que muy mágico porque tiene una visión de la vida sin ataduras ni clichés. Mola mucho la gente que cree en lo que hace y que, literalmente, crea lo que siente.
Tiene otros libritos en los que habla del amor, de la pausa y de ese auto-conocimiento que demasiadas veces evitamos. Echadle un ojo.
Voy a abrir la ventana. Feliz viernes✨
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