La necesidad de crear huecos

La semana pasada no envié la newsletter. Podría decir eso de » se vienen cositas», lanzar una bomba de humo y escapar con ese pátina de misterio que tanto se encuentran por las redes sociales. O , también, decir que estuve muuy ocupado. Pero no, fue más prosaico el asunto. Lo que vino fue exceso de palabras, de ideas. O lo que es lo mismo: confusión. Necesitaba parar.

Es bien sabido que toda necesidad de un cambio interno, y a veces profundo, se manifiesta en algunas personas por un deseo irrefenable de ordenadar armarios. El armario, con todos sus referentes culturales de películas de terror, de espacio en el que habitan los monstruos y donde escondemos lo desagradable y los objetos de la represión, suelen ser el primer lugar en alertar que algo no va bien: está desordenado.

Es satisfactorio organizar cosas. Hacer inventario, desprenderte de aquello que ya no es útil ni querido y dejar espacio para lo que venga. Aunque a veces lo mejor que puede llegar a venir es un hueco, un espacio diáfano, resistente a la ocupación. Es decir, vacío. Puero hueco.

Haces unas semanas, de una manera totalmente aleatoria, me embarqué/embarcamos en un viaje que comenzó limpiando el armario. Luego le siguió el salón mientras leí un par de libros vinculados al esencialismo. Y terminé por diseccionar mi web y regresar a  los motivos profundos por los que hago Desarrollo Mínimo. Pero eso ya lo sabéis, porque lo compartí hace poco en una newsletter.

De este modo, estoy haciendo cambios en la web y escribiendo varios artículos que posiblemente puedan ver la luz desde otros medios. No solo escritos. Escribir es una de las cosas que más me absorben. En todos los sentidos. Pero siento la llamada de probar otros formatos que posiblemente redundarán en una mejor escritura. Tengo muchas historias que querría plasmar, fuera de este pequeño proyecto. Pero cada cosa a su tiempo.

Con lo de dibujar procesos, es, literalmente, lo que suena, dibujar mis metologías de trabajo, los pasos que querría realizar y aquello que me gustaría experimentar. Aun no consigo encajar todas las piezas del puzle. No sé como poder engarzar mi deseo de ser preciso y veraz con la información que me influye y mi bagaje cultural, con el deseo de poder transmitirlo de una forma efectiva. Mi estilo se está configurando. Y eso puede ser inquietante porque implica incertidumbre. Sin embargo, también es una forma de ser libre. Por ejemplo, esta cuestión del tono y el estilo era una constante, hasta ahora. Resulta que este no es el enfoque ni la finalidad. Y descubrir que una cosa que tenías entre ceja y ceja es un elemento secundario, libera. Sin embargo,aún, aún  quedan interrogantes, dudas…

Retomando aquello que podría hacer, pero no hago, podría no haber escrito esta newsletter. Podría haber tirado de un par de ideas que tengo medio esbozadas. Pero para mí era importante ser sincero e interrumpir «la programación» habitual y hablar de lo que en este momento sentía que tenía que hablar. Decir que he estado bloqueado. Así, sin palabras bonitas ni rodeos.  Lo bueno que he estado leyendo mucho, refinando y afilando el hacha, y reconectando cosas. Así que sí, el armario está ordenado y las plantas están creciendo bien. Las ultimas que plantamos se están desarrollando verdes y fuertes.

Os dejo algunas cositas:

UN LIBRO DEL QUE NO PUEDO PARAR HABLAR

Nuestra parte de noche de Mariana Enriquez. Irene estuvo atrapada en este libro antes que yo. No podía con la curiosidad de saber porqué y al final acabé siendo atrapado también. No es solo por su oscuridad, sino porque este es uno de los mejores ejemplos del poder que tiene la narrativa de terror para diseccionar una sociedad. La de Enriquez es una historia perturbadora, atrayente y magnética. Mezcla el mundo de los mediums y el de la dictadura argentina junto con cuestiones como :¿es posible cortar con una herencia recibida? ¿el fin justifica los medios? ¿cabe el amor cuándo se ha visto tanto? Todo ello sólidamente narrado, repleto de guiños a otras historias de terror y con un montón de referencias culturales tan diversas como la canción protesta latinoamericana o la poesía británica. Estas referencias dan más veracidad aún relato de terror que es pura fantasía. ¿O quizá no? Es un libro que se disfruta y perturba, a partes iguales. Si estas buscando un nuevo horizonte, te invito encarecidamente que conozcas a Juan, Rosario y Gaspar. Pero recuerda: «the dead travel fast».
 

UNA CANCIÓN

Hoy traigo una melodía sencilla. Melodía perfecta para ser la banda sonora de un paseo o para agradecer. Escuchala por aquí.

UNA FRASE DE OTROS

«Haz cada día algo que te acerque a un mejor mañana» Doug Firebaugh

UNA PREGUNTA PARA TÍ

¿Qué puedes hacer hoy que te lleve a un mejor mañana?

Gracias por haber llegado hasta aquí. Si tienes algo que decir, ya sabes, no dudes en responder a este correo. 

Recibe un abrazo,

Fernando. 

Estás recibiendo este email por tu suscripción a Desarrollo Mínimo.
Desarrollo Mínimo – Hermanos de Pablo, Madrid, 28027.

Actualiza tus preferencias aquí.
Si ya no te interesa el contenido de estos correos puedes dejar de recibirlos pulsando en este enlace.