Lo que te voy a contar no tiene que ver con arquitectura, ni con Taleb. Lo que te voy a contar tiene que ver con una ley universal que todos sabemos, desde Julio Cesar hasta tu cuñao. En la época romana, el pueblo (y sobretodo el Emperador) tenían una forma muy llamativa de asegurar que sus puentes (y otras construcciones) no se fuesen a caer. El día de la inauguración, con todo el pueblo y nuestro amigo Julio Cesar mirando, se colocaba al arquitecto justo debajo del puente. ¿Te imaginas que pasaría si el puente no aguantaba…no? Algo parecido a los arquitectos de las pirámides, pero sin el honor. Esta civilización sabía que cuando las consecuencias de tus actos te afectan directamente, pones todo tu empeño en ello. Unos años después, en su bestseller Skin in the game, nuestro querido Nassim Taleb habló de esto. Si te paras a pensar en ello detenidamente, te darás cuenta de una situación actual en la cual no estamos aplicando esta sabia ley universal. Nuestros gobiernos pase lo que pase, tienen sus pagas vitalicias, sus coches oficiales, sus dietas de tarjeta black… pase lo que pase. Sin venir a cuento, hay una frase que mi padre siempre me recuerda (pero que creo que tiene mucho que ver):
Poner el culo de otro, siempre es gratis. Si pusieses el tuyo, mejorarías la toma de decisiones. Si mejoras tus decisiones y tus actos, menos te afectará lo externo. pd: toma las decisiones como si fuese tu culo, aun que le vayan a dar a otro.
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