#19 Poker, negocios y sexo.

Hola! soy @hoolinvestor y esta semana voy a cambiar la forma en la que envío esta Newsletter. En las últimas ediciones he incrementado el tiempo que le dedico a cada edición y ha disminuido el interés por la misma. Cosas de la vida.

Por eso, estoy ahora mismo a las 13.35 cerveza en mano redactando estas palabras a falta de menos de 3 horas para la publicación. Quiero poder usar la frase: cosas del directo.

Llevo una semana viendo en Youtube viendo una serie de videos de Winamax llamada En la Mente de un Pro, donde capítulo a capítulo puedes ver como piensa un jugador de poker profesional en cada situación.

La puta ostia.

De verdad.

He visto varios casos cercanos que han creado proyectos online y al principio todos tienen el foco en el mismo punto, los resultados.

Que sí, que se que los resultados son lo más importante al final de cuentas pero, ¿y si son fruto de la casualidad?

Todos conocemos proyectos empresariales que no empezaron bien y que con el tiempo están en la cima. Un amigo montó hace años un lavadero premium.

No lujo, premium.

Sus métodos de limpieza y cuidado de los vehículos son los mejores que he visto pero al principio los resultados no eran buenos. Pasados unos años y a la constancia en los métodos y decisiones que tomó hoy tiene el lavadero de coches más reputado de toda la zona.

¿Y que cojones tiene que ver todo esto con el Poker?

Pues uno de los puntos claves de la mentalidad de un jugador de poker profesional es evitar el resultadismo.

En una mano de Poker pueden pasar dos cosas: que ganes o pierdas.

Esta mentalidad se centra en la toma de decisiones, en elegir la jugada que más probabilidades tenga de éxito y ejecutarla. A largo plazo, si sabes elegir la decisión con más probabilidad terminarás teniendo éxito.

Indiscutible.

Por eso, si sabes que tus decisiones son las mejores pero los resultados no acompañan, tranquilidad. Llegarán.

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Ahora tiene algo más de sentido, ¿pero y el sexo?

Seré simple, cuando sabes que no habrán relaciones win-win, se follarán a alguien.

En una negociación (o en el poker, que he cogido el símil de ahí), siempre hay un primo y si no sabes quien es el primo, es que eres tú.

La idea de llegar a una negociación y establecer relaciones para que ambas partes sean beneficiadas está bien, y es lo que siempre hay que intentar.

Pero la realidad muchas veces es otra y hay que saber jugar todas las cartas. Si dudas de las diferentes partes y no detectas quien es el que pagará los platos rotos, ten cuidado por si tienes una vajilla rota en tus pies.

Que no te follen.

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