¿Y en España?
Hace unos días podíamos leer cómo las grandes superficies están permitiendo hacer la compra por Whatsapp (en determinadas categorías de producto).
No usan para ello el carrito integrado de Whatsapp, ni las opciones avanzadas para empresas; solo una persona con un móvil en la mano, que te escucha, lee y ve la lista de la compra que le envías (por ejemplo haciendo una foto a un papel).
Pero, ¿sabéis qué? Cuando hacéis la compra online en vuestra gran superficie de confianza, a través de una plataforma ecommerce que ha costado millones, el punto final de la cadena es también una persona, dispositivo en mano, que recorre los pasillos de la tienda, haciendo vuestro pedido a toda velocidad.
Si tenéis suerte, quizás esto lo haga desde una gran dark store, construida para procesar pedidos de ecommerce. O «colmena», si sois de Mercadona.
Por cierto, leed sobre la irrupción de las dark stores en los barrios; os va a flipar. Aquí, en la newsletter de Samuel Gil.
El mensaje
El mensaje detrás de estas ideas desordenadas es que «se trata de dar valor a tu usuario».
Ya habrá tiempo de sofisticar, automatizar, optimizar costes y escalar. Pero primero hay que dar valor a quien te compra.
Hoy por hoy, el usuario en España vive pegado a su móvil, con su aplicación de mensajería siempre a la vista. Es una oportunidad maravillosa para darle valor.
Y quizás penséis como yo: el acto de comprar, en el mundo offline, ha sido siempre un acto social. Una conversación, un intercambio de ideas, una compra y un cliente satisfecho.
¿Por qué no llevar esa conversación a la compra online? No olvidemos esto. ¿Qué te parece si nos pones un twitt y conversamos? ? |
Compartir
Facebook
Twitter
LinkedIn
Telegrama
Tumblr
WhatsApp
VK
Correo